Agricola S.

San Felice quiere preservar la singularidad de estas tierras también para las generaciones futuras. Por eso respeta el medio ambiente, pero también está atento a la sostenibilidad económica de las actividades que realiza. Hoy más que nunca, el paisaje de Chianti y la belleza del pueblo están protegidos, conservando los edificios más valiosos, pero también los antiguos muros de piedra seca. La erosión del suelo se limita manteniendo las terrazas y analizando constantemente la variabilidad de la flora y la microfauna. Los viñedos se gestionan en "viticultura de precisión", lo que permite tratamientos ad hoc para cada planta, para un menor impacto ambiental y un producto de mejor calidad. Se presta mucha atención a la biodiversidad de la vid: con la experimentación del Vitiarium se han cultivado y estudiado cientos de especies durante más de treinta años, para entender qué valor pueden aportar a la empresa pero también para evitar que no caigan. en el olvido. Sostenibilidad también significa proyectos de participación, como los lanzados por la Fundación UMANA MENTE del grupo Allianz, que involucran a jóvenes novicios y mayores que desean transmitir sus habilidades. Por no hablar de las iniciativas dedicadas a niños con discapacidad o en dificultad de integración social.