RHUM B.

Desde 1887, la destilería de Bolonia se encuentra en una plantación de caña de azúcar de tres siglos que se extiende desde las laderas del volcán Soufriere hasta las orillas del Mar Caribe. Heredera de esta larga tradición, la familia Sargenton-Callard se ha mantenido fiel al saber hacer artesanal de Bolonia y siempre ha buscado sublimar la expresión del terruño y la caña, únicas garantías de altísima calidad. Cosechadas en su punto óptimo de madurez, nuestras cañas son inmediatamente trasladadas de nuestras plantaciones a la destilería para ser trituradas, fermentadas y destiladas: su frescura es total y así evitamos que sufran una oxidación prematura. Aplicamos un estilo de destilación muy preciso que tiene como objetivo concentrar los aromas: Bolonia es una de las últimas destilerías de Guadalupe en utilizar una columna de cobre, que reproduce con la mayor fidelidad toda la paleta aromática de la caña. La Soufrière vela por nuestros rones añejos ... Una de las características fundamentales del ron de Bolonia es su notable aptitud para la crianza. Reto perpetuo al tiempo, envejece expresando este efecto terruño que lo hace cada vez más complejo y sutil. La gestión de la parcela de la finca está totalmente en consonancia con la capacidad del terruño para producir grandes rones añejos a lo largo de las añadas. Añejamos nuestros rones únicamente en barricas de roble francés, durante un mínimo de 3 años y hasta más de diez años ... La proporción de roble nuevo se limita deliberadamente para que la madera no enmascare la riqueza aromática de nuestros vinos. La crianza en barricas se realiza en las paredes de nuestras cavas de crianza en la destilería, al pie del volcán Soufrière. Se mantienen así a una humedad y temperatura constantes, ideales para el ron, que revela sus letras de nobleza y afirma su especial identidad a lo largo de los años. Es así como, desde 1887, el ron de Bolonia se ha consolidado como un gran ron, con un estilo único en Guadalupe, y sigue siéndolo en la actualidad.