Chateau V.

Lançon-Provence
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Familia Cheylan La Provenza ha estado en el ADN de la familia Cheylan desde el siglo XVII. La tierra es su identidad. Desde la memoria familiar, la vid y el olivo han marcado su vida diaria durante más de 5 generaciones. Cuando la familia Cheylan se hizo cargo de Château Virant en 1974, pudo expresar su saber hacer y continuar desarrollándolo. Cada día es un aprendizaje y trabajar la tierra requiere humildad. Así, cada miembro de la familia participa en el desarrollo de la propiedad. La autenticidad y el deseo de excelencia son valores muy fuertes. Sudan en todos. Hablamos de saber hacer en plural. Las generaciones se suceden y cada una trae sus visiones, sus mejoras. Es un enriquecimiento constante. Las primeras generaciones han adquirido el dominio y conocimiento del terruño y las variedades de uva, las generaciones actuales perpetúan la tradición y el conocimiento y lo combinan con el futuro. La familia Cheylan refleja la Provenza: vieja y nueva. Percibimos la profundidad de las raíces, el fuerte anclaje pero también la dinámica constante que nos permite ser parte del futuro. Algunas palabras en provenzal todavía embellecen el habla de jóvenes y viejos por igual. El savoir-être y savoir-vivre de esta familia se refleja en sus productos: ricos en diversidad, expresivos, potentes… Todo contribuye a sentirse bien en Château Virant. Una generosidad natural se expresa tanto en los lugares como en las personas. La pasión transpira y es con sencillez que la familia Cheylan da la bienvenida a la finca.