Oriane C.

En el lado del Montículo de Fronsac, sobre el valle de la Isla y rodeado de 20 hectáreas de viñedos en las laderas, este castillo fortificado a finales del siglo 14 toma su aspecto actual durante el Renacimiento dos siglos más tarde. Celebrado por Ronsard, vio desfilar a las mentes más brillantes: Montaigne, La Boétie, Rousseau y muchos otros... Hace 120 años, el senador Guillaume Chastenet de Castaing entró en escena. Le siguieron su hijo Jacques, ilustre historiador de la Académie Française, y su nieto Antoine. Desde 1983, la aventura del viticultor familiar ha continuado con la cuarta generación, la de Constanza y su esposo Stéphane Droulers. En la misma búsqueda de una calidad sin concesiones, respetando la naturaleza lo más fielmente posible, y rodeados de los sabios consejos de Hubert de Bouärd, los dos esposos producen, en la finca de este noble castillo lleno de historia, vinos modernos, equilibrados y respetuosos con la magia del gran terroir histórico de Fronsac.