CHARAVIN R.

François Rabasse, padre de Edmond, compró en 1880 al general Victor Colonieu el cobertizo donde vivía con su familia, así como las 3 ha de viñedos y olivos que lo rodean y que él cuida. Edmond Rabasse, que también era sombrerero, sigue cultivándolos, vinifica la vendimia y vende hasta 500 botellas de vino al año. En 1925, su hijo Marcel Rabasse, luego de iniciarse como electricista, se hizo cargo de la operación, sumó 5 hectáreas adicionales y desarrolló la venta en botellas. En 1950, su hija Jeannine se casó con Abel Charavin, originario de Rasteau, donde poseía algunas vides. El área también aumenta con las adquisiciones y luego aumenta a unas 20 ha. Se marca la pauta, la venta en botella se desarrolla de forma significativa y gracias a ellos los vinos elaborados, reconocidos por sus cualidades, son premiados en los múltiples concursos donde se presentan. En 1984, Corinne se hizo cargo, más rápido de lo esperado, ya que su padre murió 2 años después. Su marido, Jean-Paul Couturier, trae las viñas de Violès, Travaillan y Plan de Dieu a la finca. Con las nuevas adquisiciones, la superficie es ahora de 40 ha. En 1993, su hija Laure se unió al equipo. Hoy ella está a cargo del negocio. Se construye una nueva bodega más adaptada a las exigencias del trabajo.