Cognac T.

Châteauneuf-sur-Charente
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Abra las puertas de la finca Tesseron en Châteauneuf-sur-Charente y descubra un tesoro familiar: una colección única de los mejores coñacs. El origen de este tesoro se remonta al siglo XIX, cuando Abel Tesseron adquirió esta propiedad y comenzó a recolectar coñacs raros y prestigiosos. Una tradición perpetuada por su hijo y su nieto Alfred, que ahora dirige la empresa y también es propietario del prestigioso Château Pontet-Canet, un cru de Pauillac clasificado en 1855. Fue en 1905 cuando Abel Tesseron creó su propia compañía de coñac, a caballo entre dos fincas separadas, una ubicada en la región de Grande Champagne (Boneuil) y la otra en Petite Champagne (Saint-Surin). En ese momento, reunió reservas de brandy, que guardó cuidadosamente en una cripta del siglo XII. Además de forjarse una sólida reputación entre un pequeño círculo de conocedores, estos tesoros invaluables se están volviendo muy populares entre los principales comerciantes de coñac, que utilizan estos aguardientes de calidad para completar sus mezclas. Hoy, gracias a una demanda continua y en constante aumento, la empresa vende cada vez más coñacs bajo el nombre de Tesseron. Los coñacs de Tesseron tienen la particularidad de llevar el nombre de “lote”, un término poco utilizado en Charente. Como explica Alfred Tesseron: "Estos lotes son, de hecho, mezclas de nuestras mejores reservas".