Nathalie V.

A partir de 1858, cuando tomó las riendas de la empresa Pommery et Greno a la muerte de su marido, Madame Pommery basó la expansión de su casa en la creación de vinos como ningún otro. Con, como exigencia constante, la calidad llevada al extremo. Consciente de la importancia del origen de las uvas para garantizar la calidad de sus vinos, ha constituido a lo largo de los años el viñedo más bello de la Champaña. Precediendo al gusto de sus clientes, creó el primer champagne brut de éxito comercial, el Pommery Nature 1874, rompiendo con la tradición de los vinos muy dulces. Una mujer en un mundo de hombres, imprime su personalidad en sus champagnes. La pureza y finura de los vinos de Pommery comparten siempre este carácter impregnado de feminidad.